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miércoles, 14 de agosto de 2013

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jueves, 1 de agosto de 2013

Para Aprender Sobre Libros Y Escritura

Leer juntos es un momento perfecto para ayudar a un niño al final de la primera infancia o entra a leer juntos es un momento perfecto para ayudar a un niño al final de la primera infancia o entrando a edad preescolar a aprender lo que significa la escritura. Al leer en voz alta, tome una pausa de vez en cuando y señale las distintas letras y palabras; entonces señale los dibujos que representan. Su niño comenzará a entender que las letras forman palabras y que las palabras nombran los dibujos. También comenzará a aprender que cada letra tiene su propio sonido – uno de los conceptos más importantes que su hijo puede saber al aprender a leer.o a edad preescolar a aprender lo que significa la escritura. 


Para cuando llegan a la edad de 4 años, la mayoría de los niños ya comienzan a entender que las palabras escritas contienen un significado. Para la edad de 5 años, la mayoría comienza a saber que no solo la historia, pero también las palabras van de izquierda a derecha. Muchos niños en esta etapa inclusive comienzan a identificar letras mayúsculas y minúsculas y palabras sencillas. (Para algunas ideas sobre el aprendizaje de las letras, vea "Tan fácil como el abecedario")
Al final del jardín de niños o a principios del primer grado, su niño quizás quiera leer por su propia cuenta. ¡Déjelo! Pero asegúrese que él sea el que quiere hacerlo. La lectura debe ser algo de lo cual él se sienta orgulloso y ansioso de emprender, no sólo por cumplir con una lección.

¿Cómo Funciona Un Libro?

A los niños les fascina como los libros se ven y se sienten. Y al ver la facilidad con la que usted maneja y lee los libros, ellos querrán hacer lo mismo. Cuando su niño lo vea con un libro en la mano, ella aprenderá que los libros son para leerlos, no para estrujarlos y arrancarles las hojas, ni para tirarlos al piso. Antes de que llegue a los 3 añitos, él ya tendrá bien claro el propósito de los libros. Al llegar a la edad preescolar, su niño aprenderá que
Un libro tiene una portada
Un libro tiene un comienzo y un final
Un libro contiene páginas
Cada página en el libro está organizada de arriba abajo
Las páginas se voltean una por una para proseguir con el cuento
Los cuentos se leen de izquierda a derecha en una página

Al leer con su niño de 4 a 5 años, recuérdele de éstos detalles. Lea el título del libro en la portada. Hablen sobre la ilustración en la portada. Señale el lugar donde el cuento comienza y después donde acaba. Permita que su niño le ayude a voltear las páginas. Cuando comience una nueva página, apunte hacia las palabras con las que continúa la historia y sigan las palabras con el dedo según las vaya leyendo. Toma un poco de tiempo para aprender estos detalles, pero cuando su niño los aprende, ya ha descifrado algunos de los más grandes misterios de la lectura

jueves, 11 de julio de 2013

10 TRUCOS PARA LA EDUCACIÓN DE TUS HIJOS

Educar no es sólo combatir el mal, señalar y censurar los errores; educar es sobre todo incentivar el bien, impartir buenas costumbres, valorizar las buenas obras y estimular.
El exceso de críticas y de censuras elimina el incentivo y el deseo del bien. Pero apreciar y valorizar las cosas buenas estimula y anima a proseguir el camino del bien y a mejorar. 
El exceso de críticas y censuras lo vuelve inseguro, angustiado y alterado.

Señala con amor los errores de tu hijo, aprecia sus virtudes, incentiva el bien y valoriza sus buenas acciones.

1 Los padres deben educar la voluntad de los hijos y sus sentimientos. Preparar a un hijo para la vida no es satisfacer todas sus voluntades y todos sus caprichos.

Enseña a tu hijo a renunciar y a oír "no".


No impongas la renuncia, pero llévalo a aceptarla libremente.
Señala la razón del renunciar, su valor y necesidad para la vida.
Si no aprende ahora a decir no a lo permitido, luego no sabrá decir no a lo prohibido.

El exceso de mimos echa a perder a los niños; los hijos muy mimados sufren mucho en la vida. Vivirán siempre alterados e inseguros.
El exceso de mimos y de censuras, críticas y castigos es la principal causa de inseguridad en los jóvenes. Los grandes hombres de la historia soportaron pruebas y privaciones en la vida. Poco se puede esperar de los hombres que nunca supieron lo que son privaciones, renuncias y sacrificios.
Los que reciben todo en la infancia no sabrán dar nada como adultos.


2 La cólera es nociva para la educación de los hijos. La ira nos lleva a decir palabras sin pensar y a actuar irreflexivamente.
El hablar sin pensar y el actuar sin reflexionar pueden lastimar, herir, ofender y llevar a cometer injusticias.
Habla con tu hijo con calma y ten actitudes ponderadas.
La cólera, la ira, la falta de dominio pueden hacer que se cometan desatinos.
Muchos padres, llevados por la ira del momento, hieren el corazón de los hijos con palabras semejantes a éstas:
"Tú no sirves para nada." "Maldita la hora en que te engendré." "Tú eres la vergüenza de la familia." "Tú no vales nada." "¡Tú eres un hijo indigno! "
Después, cuando estás en calma, reflexionas y te arrepientes. Pero será demasiado tarde. Las palabras ya fueron dichas y el corazón de tu hijo ya fue herido.
Piensa antes de hablar y reflexiona antes de actuar.
A un corazón herido siempre le queda una cicatriz.
No hables sin pensar y sin medir el alcance de tus palabras.
No hagas un gesto sin medir las consecuencias.
Tu hijo es un tesoro que merece todo el amor, respeto y cariño; es un tesoro de la vida entregado en las manos de los padres.

3 El secreto que un hijo confía al padre o a la madre debe ser como una piedra lanzada al mar. Se esconde en el fondo, nadie la ve, descubre, conoce.
Sé siempre discreto, guarda en lo profundo del corazón el secreto de tu hijo. La confianza, una vez. perdida, difícilmente se recupera.
Un joven comienza a desorientarse desde el momento en que pierde la confianza en sus padres. Mientras los hijos confíen en los padres, tendrán siempre una luz que los ilumine, una guía que los conduzca y, una brújula que los oriente.

4 La mejor escuela de la vida es el ejemplo de los padres. Los hijos precisan más los ejemplos que las enseñanzas.
Los padres no les pueden exigir virtudes y cualidades que ellos no tienen. Vigilando sus propias obras, los padres estarán construyendo la moral de sus hijos. ¿Qué ejemplos les das? ¿A ti te gustaría que tus hijos hicieran lo que tú haces?

5 La misión de los padres es orientar, esclarecer, amar, comprender, incentivar. Actuar así es darle la oportunidad a tu hijo para que se afirme en la vida. El amor que los hijos reciben de los padres y la confianza que éstos depositan en ellos es para los jóvenes un seguro amparo de vida.

6 El desahogarse es una necesidad psicológica de toda persona. Tu hijo muchas veces está psicológicamente agobiado y siente la necesidad de desahogarse. Precisa decir lo que siente.
Escucha con paciencia y benevolencia su desafío, aunque hable en forma agresiva e irritada.
Aprende a escuchar con paciencia y atención el desahogo de tu hijo y evitarás muchas discusiones, desavenencias y contrariedades.
Deja que tu hijo diga todo lo que siente y, cuando esté en calma, estará en condiciones de razonar y reconocer el error.
Comparte las dudas, angustias y problemas de tu hijo y él será tu amigo.

7 Saber escuchar 

en silencio es una virtud que los padres también deben tener. Antes de contradecír a tu hijo, escucha, analiza y trata de comprender lo que él quiere decir. Y después habla, pero con amor.
Cuando los padres se precipitan en responder o en contradecir al hijo, pueden cometer una injusticia o interpretar de modo incorrecto, y esto suscita la rebeldía del hijo.
Deja que tu hijo hable y oiga pacientemente, y sólo después habla, analiza, medita y dialoga con él.
Una persona irritada no está en condiciones de oír y comprender.

8 Deja que tu hija hable, sólo escucha. Después dialoga calma y serenamente con ella. Tal vez ella diga muchas cosas equivocadas, pero analizándolo bien encontraremos muchas verdades entre los errores.
Apreciar y valorizar lo bueno da mejores resultados que señalar y condenar de inmediato lo equivocado. A nadie le gusta ser refutado y censurado al instante.
Muchos padres no defienden la verdad, pero si sus puntos de vista para que prevalezcan sobre los puntos de vista de sus hijos.
El hijo no es un adversario a combatir, sino un amigo a conquistar. Y para conquistar nada mejor que saber oír.

9 Tu hijo precisa consejos y recomendaciones, pero deben ser bien dosificados, dados con amor y bondad. Una andanada de consejos y recomendaciones irrita y satura. El exceso, en lugar de producir efectos positivos, trae resultados negativos. Da a tu hijo los consejos más útiles y prácticos, no los más agradables. Dale un consejo como una sugerencia y no como una imposición.

10 ¡Cuántos jóvenes aún no descubrieron el verdadero sentido de la vida! Viven y no saben por qué. Estamos en este mundo para amar y hacer el bien, el amor nos une unos a otros y todos unidos amaremos a Dios. El amor siempre trae unidad y conlleva a hacer obras de bien. Una vida sin amor es una vida vacía y sin sentido.

La vida nos es dada para crecer siempre más en el amor y para engrandecernos a través de la práctica del bien.

martes, 11 de junio de 2013

¡Quieres Saber que beneficios trae leer?


De lo que se trata es de convertir la lectura en un hábito para lograr que todos estos beneficios sean reales. Si bien las encuestas indican que un 58% de las personas mayores de 14 años lee con frecuencia, también muestran que el principal motivo de la falta de interés por la lectura es “la falta de tiempo”. En realidad, no obstante, quien quiere, puede, y quien no quiere, busca excusas. Veamos algunos motivos (más allá del propio placer de la lectura) para querer leer

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1. Aumenta la agilidad mental

Leer aumenta la capacidad de concentración, promueve la empatía, favorece las
conexiones neuronales y, si es un hábito frecuente, es un ejercicio útil para evitar la pérdida de las funciones cognitivas asociadas a la edad. “Nuestro cerebro, para que goce de una buena salud, necesita que lo mantengamos activo, que lo ejercitemos”, algo que no siempre hacemos, señala el doctor Guillermo García Ribas, Coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la SEN. Diversos estudios han constatado que un cerebro activo no sólo realiza mejor sus funciones, sino que incrementa la rapidez de la respuesta ya que, mientras se lee, se obliga al cerebro a pensar, a ordenar ideas, a interrelacionar conceptos, a ejercitar la memoria y a imaginar, lo que permite mejorar la capacidad intelectual estimulando nuestras neuronas.

Asimismo, en los últimos años han sido muchos los estudios que han relacionado el nivel de lectura y escritura con un aumento de la reserva cognitiva. Respecto a este tema, el experto ha señalado que se ha comprobado que cuanto mayor sea la reserva cognitiva en un individuo, mayor capacidad tiene su cerebro para compensar el daño cerebral generado por ciertas patologías. De hecho, dentro de las enfermedades neurológicas, son las que más se han ligado al concepto de reserva cognitiva.

¿Existe algún tipo de lectura que potencie todos estos efectos beneficiosos? En realidad, los beneficios se dan cualquiera que sea el género elegido. No obstante, sí que es cierto que los expertos aseguran que las narraciones, sean o no de ficción, nos ayudan también a mejorar las habilidades sociales y la empatía, precisamente porque nos permiten sumergirnos en las vivencias de los personajes y en las interacciones que establecen entre ellos.

2. Favorece las relaciones sociales

Según los expertos, la lectura también puede generar temas de conversación, lo que facilita la interacción y las relaciones sociales. En un estudio publicado por investigadores de la Universidad de Búfalo (Estados Unidos) en Psychological Science aseguraba, tras un estudio en lectores de la popular saga de Harry Potter, se aseguraba que este tipo de lecturas puede favorecer el aumento del sentimiento de pertenencia a un grupo, lo que es bien sabido que mejora del estado de ánimo y la satisfacción similar a la de formar parte de grupos reales. “Leer satisface una profunda necesidad psicológica”, que ha jugado un papel clave en la evolución, concluían los autores.

 3. Reduce el nivel de estrés

Fomentar la lectura también tiene otras ventajas para nuestra salud, como la reducción del nivel de estrés (sobre todo cuando uno lee novelas de ficción). Recordemos que demasiado estrés es origen o un factor de empeoramiento de muchas dolencias neurológicas como cefaleas, epilepsias o trastornos del sueño. Asimismo, la lectura antes de acostarse proporciona buenas rutinas de higiene de sueño.




4. Activa el sistema visual

Aprender a leer activa el sistema visual en las regiones especializadas en la forma escrita de las letras y también en las regiones visuales primarias, es decir, aquéllas donde llega toda la información visual. Además, la lectura “activa el sistema del habla” para tomar consciencia de los sonidos y permite “establecer relaciones entre el sistema visual y el sistema del habla, entre las letras escritas y los sonidos.

5. Podría predecir el éxito profesional


Según un estudio de la Universidad de Oxford, la lectura por placer predice el éxito profesional. Los lectores habituales en la adolescencia tienen más posibilidades de éxito profesional cuando son adultos. Durante más de dos décadas, los investigadores analizaron los hábitos y actividades de casi 20.000 jóvenes para conocer qué actividades predecían el éxito profesional a los 30. Sólo la lectura (y no otras actividades, como ir al cine o hacer deporte) logró tener un impacto significativo en el éxito profesional

jueves, 6 de junio de 2013

ATLAS DEL CUERPO HUMANO

Esta obra se inscribe en la tradición de los atlas anatómicos clásicos ya existentes, pero con algunos aspectos y aportaciones importantes, como las introducciones que abren cada capítulo, los dibujos de excelente calidad y definición, hiperrealistas y muy detallados, un corpus muy sustancial de terminología que aparece acompañada del texto explicativo correspondiente, etc.
El núcleo de cada capítulo lo constituye una colección de láminas monográficas a todo color ordenadas lógicamente. Cada lámina consta de una o varias ilustraciones de gran calidad, a la que acompañan una serie de epígrafes que enumeran y localizan cada elemento. Todos los epígrafes se acompañan del correspondiente texto explicativo, ya sea estructural o funcional.
Aparte de todas las láminas específicas de anatomía humana, incluye otras relativas a la embriología, estructura celular y una sección dedicada a la piel. Al final de cada capítulo se reseñan las patologías que se presentan con mayor frecuencia en cada sistema.
La terminología se basa en la nomenclatura anatómica internacional.

INDICE
1 Previo
2 El cuerpo humano en su conjunto
3 Estructura interna del cuerpo humano
4 Piel
5 Músculos
6 Esqueleto
7 Articulaciones
8 Aparato cardiovascular
9 Aparato digestivo
10 Aparato respiratorio
11 Aparato nefrourinario
12 Aparato reproductor
13 Sangre
14 Sistema inmunitario
15 Glándulas endocrinas
16 Sistema nervioso
17 Órganos de los sentidos
18 Índice de patologías + Índice onomástico

miércoles, 15 de mayo de 2013

La edad preescolar (del segundo al 5º año aproximadamente)


Desde que andan y hablan dominan mucho más su espacio y sus relaciones con los demás. Al poder sobrepasar a menudo los límites que nosotros les queremos imponer, aprenden una novedad: nosotros les limitamos, les decimos que "no", y ellos responden igual. Es la edad del "no" sistemático, de oposición a los límites, de las grandes rabietas por cualquier cosa (no quiero comer, no quiero dormir, no quiero seguir andando, no quiero que me vistas...). Junto a una tremenda ingenuidad. El niño irá dejando de hacer rabietas cuando compruebe que le resultan inútiles.
En la medida en que nuestra respuesta les va obligando a "disciplinarse", es decir, a admitir los límites y a quien se los impone, aprenden un primer sentido "moral" (qué deben hacer, qué no deben hacer. Qué es bueno, qué es malo. Qué nos gusta, qué nos disgusta). Es conveniente elogiarle siempre que sus comportamientos sean positivos.
Desde la edad de 2½-3 años, una vez aceptada "la disciplina y el orden", se tornan bastante obedientes y sumamente curiosos. Es la mejor edad para introducir hábitos: de higiene, orden, autonomía, colaboración. Lo preguntan todo. Y observan si intentamos responderles todo, lo cual promoverá su curiosidad, principal elemento para el aprendizaje a lo largo de toda su vida. O bien, si les cortamos sus preguntas por resultarnos molestas: aprenderán a adormecer su curiosidad, y quizá a no preguntarse ya más cosas. Además son juguetones incansables, disfrutan de ejercer sus habilidades motrices y expresivas, "no paran".
Desde que se les quitan los pañales aparece la distinción genital, y juegan entre ellos con sus genitales, no por erotismo, sino por diversión y por diferenciación en dos "bandos", con sus maneras y adjetivos socialmente añadidos: aparece así la sexualización, como fenómeno más social que orgánico. Luego se irán identificando con los padres, primero el del sexo contrario, y luego con el del propio. Se llama la fase de Edipo en niños o de e
lectra en niñas.

La edad escolar (6 a 12 años)
Es una edad caracterizada por una mayor habilidad y un aumento progresivo de la musculación (sobre todo a partir de los 10 años), lo que les impulsa a la práctica física o deportiva. Si la escuela consigue encauzar y fomentar su inmensa curiosidad, irán apareciendo con la lectura y la escritura una gran potenciación de los conocimientos. Dada su mayor autonomía personal y social, y su expresión más seria ("adulta"), con menos necesidad de exteriorizar su ternura, podemos caer fácilmente en el error de no demostrarles nuestro afecto o estima, "darlos por consabidos": todavía (¿y quizá siempre, verdad?) necesitan nuestra demostración afectiva.

Conviene evitar excesos en actividades extraescolares, de TV y de ordenador y fomentar la lectura.

Al final de esta etapa ya se notan los preparativos de la adolescencia, 
sobre todo en las niñas, en que su maduración sexual avanza y muchas "se hacen mujeres" (tienen su primera menstruación). Aquí se señala un punto de inflexión, un final de etapa infantil, un olvidarse de ser niña. Los niños suelen persistir aún más tiempo (unos dos años más) en esta etapa infantil.